La cama era cómoda, el baño espacioso y había una mesa de trabajo, una chimenea de piedra y un hervidor eléctrico en la habitación. Estaba en las proximidades de los campos, una ubicación perfecta en general.

Nos alojamos en un chateau precioso, con habitaciones decoradas con gusto y estancias comunes impecables. Disfrutamos de un desayuno delicioso, con productos locales y caseros. Los propietarios fueron amables y serviciales, ayudándonos en todo momento y brindándonos recomendaciones para cenar y visitar lugares. Además, nos encantó que se esforzaran por hablar nuestro idioma y nos explicaran la historia del lugar. Estamos agradecidos por todas las atenciones recibidas. Definitivamente, fue una experiencia maravillosa y lo recomendamos totalmente.

No hay servicio de cena, por lo que es necesario desplazarse para comer si no se desea salir del lugar.

En general, fue un buen sitio para viajar a Azay-le-Rideau. Una habitación enorme, buena con una hermosa vista. Ubicación: el hotel estaba a pocos pasos de los campos. Encima se encontraba a 4 km del Cave of Goupillieres. Me ha gustado mi estancia de 3 noches.

Habitaciones súper cómodas y súper limpias con una vista increíble. Las instalaciones están súper bien y la ubicación es súper tranquila, justo al lado de los campos. A solo 4 km está el eglise saint-symphorien. 🌄

Excelente opción en esta área, ¡mil gracias! En general, es un buen lugar para explorar las atracciones locales. La habitación es cómoda, con una vista preciosa y una buena ubicación. 🔥

Edificio histórico y único

Confort y belleza del chateau. Cuidado y restaurado con estética.- Dueños encantadores y amables.- Desayuno completo y en salón principal.- Buena ubicación para un chateau

Nada, todo bien.

Este hotel en las afueras ofrece una experiencia única y encantadora. El edificio histórico y bien restaurado tiene habitaciones decoradas con buen gusto, y las estancias comunes también son hermosas. La atención al detalle es destacable, ya que tanto los dueños como el personal se esfuerzan en brindar un servicio excelente. Además, la ubicación en medio del campo ofrece una hermosa vista y un ambiente tranquilo. El desayuno, con productos locales y yogur casero, es simplemente delicioso. También, el hecho de que los dueños se esfuercen por hablar varios idiomas, como inglés y español, es un detalle muy apreciado. La historia del lugar también es presentada de manera interesante y enriquecedora, lo cual muestra el compromiso de los dueños con sus huéspedes.

Todo estuvo perfecto, no encontré ningún aspecto negativo.